Camacho (Jerez de la Frontera, 1925) regresa al Círculo Mercantil tras una dilatada y exitosa carrera para cumplir la promesa que se hizo en el año 1975 y para demostrar a la ciudad que «el realismo nunca desaparecerá».
Fernando González "Camacho" es el pintor de los bodegones y la naturaleza muerta. Un artista que siempre ha sentido el barroco de una manera muy especial pero que ha sabido progresar y adentrarse en la actualidad sin dejar a un lado la técnica y composición que lo caracterizan.
Tomó su nombre artístico de su madre, «mi mayor fan», como reconoce. «Ella fue quien comenzó a comprarme el material de pintura porque le tenía las paredes destrozadas con el carboncillo». Pero estas dotes artísticas venían de familia, ya que su abuelo materno, Antonio Camacho, también jerezano, pintaba de una manera excepcional las uvas y bodegones en el siglo pasado.
Siempre tuvo el apoyo de su familia, y sin lugar a dudas, uno de los más importantes, el de su esposa, siempre comprensiva. «Me decía con mucho cariño y salero jerezano: "Niño chico, parece que te has casado con las pinturas"», recuerda emocionado el pintor. Pepa siempre fue una excelente consejera y, aun no sabiendo de pintura, siempre acertaba. "Cuando miraba el cuadro y no me decía nada, me echaba a temblar", cuenta entre risas. Tal fuerza les unía que, tras su fallecimiento, los últimos 10 ó 15 cuadros llevan la firma "Pepa - Camacho".
"Yo y mis sueños" es el título de la exposición con la que el próximo viernes llega al Círculo Mercantil, donde expuso por primera vez en el año 1975. «Recuerdo que en apenas 5 días vendí todas mis obras y conseguí 7 u 8 encargos», cuenta. Fue tal la satisfacción que sintió que se prometió volver a la entidad sevillana para exponer por última vez, aunque como él mismo se repite, «eso nunca se sabe».
Fernando González "Camacho", expuso dos veces más en Sevilla, ciudad en la que creó una importante escuela: en una galería llamada "Louvre" y, por último, en el año 1984 en Roldán con un éxito extraordinario. Ha sido un artista con una enorme proyección a nivel nacional e internacional y tiene repartidas más de 3.000 obras en galerías de España, Europa y Estados Unidos. «Echo de menos todas mis obras porque cada una de ellas es como un hijo mío», admite este gran y experimentado artista.
43 años nos separan de aquella primera presentación y, cumpliendo con su palabra, vuelve al Mercantil abriendo la temporada de exposiciones 2018/19 para mostrar una treintena de cuadros de gran formato, donde se aprecian dos etapas bien diferenciadas: una tenebrista en la que el barroco sigue dominando la obra y otra en la que se libera apreciándose una variación en la composición, el color y sobre todo la luz. «Gracias a mis estancias en mi estudio de la sierra, en Jabugo, me he adentrado en la luz natural y he conocido al detalle el paisaje», explica Camacho. «Siempre me ha gustado incluir el paisaje en mis bodegones», detalla, "pero mientras que al principio era un paisaje líquido que intuías, en la pintura posterior conseguí que el paisaje estuviera presente con más luz y fuerza, siempre dándole importancia a los primeros términos, al fruto, a los objetos...».
Aun siendo amante de la naturaleza en todas sus expresiones, le guarda un profundo respeto, como él mismo dice: «La naturaleza es muy fuerte y con ella no hay quien pueda». «Nos podemos acercar, pero nunca dominarla", explica, «yo mismo he conseguido acercarme como mucho para decirle "Buenos días" y poco más», admite entre risas.
En sus años de carrera, Camacho ha dado forma a sus sueños, como reza la muestra, a través de sus pinceles, y con ella viene a decir en voz alta y clara que «el realismo nunca desaparecerá». «Sin desprestigiar a la vanguardia- explica- yo siempre me he mantenido fiel a mi pintura». Algo que se está demostrando con artistas españoles de la talla de Antonio López, uno de los mejores pintores del mundo. «Yo siento la realidad y pinto lo que veo y les garantizo que cuando vean en la realidad mi obra, se van a emocionar», concluye el pintor.
El próximo viernes 14 de septiembre a las 20:30 h. tendrá lugar la inauguración de esta muestra a la cual se podrá acceder libremente hasta el 23 de septiembre en horario de 11:00 a 14:00 h. y de 17:00 a 21:00 h.