Alberto Martín, ertzaina durante 20 años y presidente de la Asociación Preventiva del Suicidio Policial, hablará de su lucha contra el terrorismo y su compromiso para que no se olviden a las más de 800 víctimas de ETA.
La sede social de calle Sierpes del Círculo Mercantil iniciará el mes de septiembre acogiendo última conferencia de un ciclo que ha llevado a Alberto Martín, presidente de la Asociación Andaluza Preventiva del Suicidio Policial, a recorrer gran parte de la geografía nacional con un único objetivo: “Que la sociedad pueda ponerse en los zapatos de las personas que luchan contra el terrorismo”, explica.
A través de estas conferencias, Alberto Martín, ertxaina durante 20 años que tuvo que dejar su vocación por problemas de salud, cuenta su experiencia en Euskadi donde vivió momentos dramáticos como el asesinato de compañeros o el de Miguel Ángel Blanco, con cuya familia vivió esos trágicos días y a la que le comunicó que su hijo había aparecido asesinado, una labor que motivó que fuese condecorado por el Parlamento Europeo y con la Cruz Meritoria de la Lucha contra el Terrorismo, por el Ministerio del Interior del Gobierno de España.
Estas experiencias y otras muchas más vividas a lo largo de dos décadas en la profesión son las que recoge Martín en su libro “Historia de un juguete roto. La vida de un policía en Euskadi” que será presentado en el acto por el militar Álvaro Carrasco.
Este ciclo que arrancó en el mes de octubre de 2017 en el Parlamento Vasco ha recorrido Vizcaya, Castilleja de la Cuesta, Cantabria, Tomares, Mijas-Costa (Málaga) y concluirá en el salón de actos del Círculo Mercantil el próximo jueves 6 de septiembre a las 19:00 h.
El acceso será libre hasta completar aforo
Prevención del suicidio policial
Alberto Martín es, actualmente, presidente de la Asociación Andaluza Preventiva del Suicidio Policial, una entidad creada, explica para «dar soluciones, apoyo y respuesta a los agentes que sufren situaciones traumáticas». «Yo sé lo que figurar como objetivo de ETA o que maten a un compañero y, al día siguiente, tener que acudir a trabajar con normalidad y eché en falta un apoyo psicológico útil», detalla. Por ello, la entidad, que está dando sus primeros pasos, cuenta con un psicólogo y un sociólogo en su plantilla.