Jesús Solano, pianista de profesión y protagonista de la exposición particular más grande de castañuelas que se expone estos días en el Mercantil, rinde homenaje a este instrumento folclórico que le ayudó a volver a tocar el piano.
Volver a tocar la octava del piano se convirtió en una obsesión para este músico de profesión y por pasión. Tras sufrir una fractura en la muñeca y seguir la rehabilitación recomendada por los médicos, Jesús Solano, se sentía frustrado al tener que suspender sus conciertos hasta que un día descubrió las antiguas castañuelas de su mujer. "Eran de ébano y granadillo y tuve que ejercitar mucho". Tres meses de paciencia y constancia, le permitieron a Solano volver a la octava de su piano y es entonces cuando empieza su verdadero entusiasmo por el instrumento.
Comenzó a investigar por pura curiosidad y descubrió todo un mundo desconocido de este objeto humilde que, como dice "se está perdiendo y ya en la feria apenas se ven jóvenes con ellas". Empezó a conocer sus variantes, compró libros que son escasos y encontró mucha información a través de internet. Precisamente por esta última vía dio con el anticuario que se las proporciona: un señor de Astorga que se encarga de ir de casa en casa recuperando auténticas joyas de las castañuelas.
Este miércoles tuvo lugar la inauguración de su exposición en la sala del Círculo Mercantil y en su intervención explicó el trasfondo de la cuestión. "Las castañuelas han pasado de segunda a tercer a generación, la chica que las toca no las vende, cuando es madre y fallece, los hijos las conservan porque recuerdan en ellas a su madre pero ya en la tercera generación es otra época y no interesan". Ahí entra en acción el anticuario proveedor de Solano y el 80% de las expuestas, que llegan a superar las trescientas- ha recibido en las últimas semanas otras cuantas- son proporcionadas por él.
La Asociación Amigos de la Capa también estuvo presente en esta inauguración al haber sido intermediaria para que esta muestra particular sea una realidad. Hasta el domingo 23 de abril podrá pasar a ver alguna de estas castañuelas tan particulares para entender la evolución de este instrumento. Encontrará incluso huesos de animales, que ya servían entonces para hacer sonidos parecidos al de la castañuela en sus rituales, un castañófono, castañuelas hechas a cuchillo, a gubia, a punzón o de marfil, del siglo XVIII, de diferentes regiones de España e incluso del mundo como una variante de Filipinas.
El poeta, músico e investigador marchenero, ofrecerá en el saló de actos el sábado 22 de abril a partir de las 12:00 h. una disertación sobre esta maravillosa colección, la mayor particular existente en nuestro país, en la que estará acompañado por el artesano y concertista de castañuelas, Juan Vela, que ofrecerá alguna interpretación.