Hasta el próximo 13 de junio se podrá visitar la exposición fotográfica titulada “La Capilla de las Maravillas” donde se trata de inmortalizar la Capilla de los Benavente, uno de los principales conjuntos arquitectónicos renacentistas de la provincia de Valladolid.
Este viernes tuvo lugar la inauguración de la exposición organizada por el Ayuntamiento de Medina de Rioseco titulada “La Capilla de las Maravillas“, ciudad natal del Cardenal Carlos Amigo Vallejo, quien estuvo presente en este acto. El Arzobispo Emérito de Sevilla fue el encargo de clausurar el acto inaugural con unas cariñosas palabras hacia la entidad anfitriona “una institución muy querida e importante en la ciudad, siempre abierta a todos”, como reconoció.
A este acto acompañaron el presidente del Círculo Mercantil, Práxedes Sánchez, el alcalde de Medina de Rioseco, David Esteban, el adjunto al defensor del Pueblo Andaluz, Jaime Raynaud, el presidente de la Cámara de Comercio en Sevilla, Francisco Herrero y su homólogo en Valladolid, Víctor Caramanzana, el Hermano Mayor de la Hermandad de las Cigarreras, José García y miembros de la Casa de Castilla y León en Sevilla, entre otros asistentes.
La Capilla de los Benavente situada en el histórico pueblo vallisoletano de Medina de Rioseco es una verdadera joya oculta, descrita según Eugenio D'Ors - uno de los mejores escritores y críticos de arte que ha dado España en la última centuria- como “la Capilla Sixtina del arte castellano”.
El Ayuntamiento de la localidad y la Casa de Castilla y León en Sevilla en colaboración con el Círculo Mercantil organizan la exposición fotográfica “La Capilla de las Maravillas”, compuesta por más de 40 instantáneas recogidas a través del objetivo del fotógrafo Jesús Ubal. En ellas, se muestra uno de los principales conjuntos arquitectónicos renacentistas de la provincia de Valladolid ubicado en la iglesia de Santa María de Medina de Rioseco.
Esta es la segunda ocasión que se establece una conexión entre Valladolid y Sevilla a través del Círculo Mercantil. En el año 2018 con motivo del bicentenario del nacimiento de José Zorrilla y el 150 aniversario de fundación del Círculo Mercantil, la sede de Sierpes acogió una serie de actos para poner en valor la literatura romántica del reconocido autor español. En esta ocasión, es este municipio vallisoletano el que hace parada en uno de los centros neurálgicos de la ciudad para realzar este conjunto destacado del Renacimiento español que tiene la declaración de Bien de Interés Cultural.
La muestra incluye además un audiovisual realizado por el periodista José Ángel Gallego con imágenes sobre una de las principales joyas que atesora Medina de Rioseco.
La exposición podrá visitarse hasta el domingo 13 de junio en horario de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 h., salvo el último día de exposición que e se clausurará a las 14:00 h.
Antes de abandonar la sede social de Sierpes, el presidente del Círculo Mercantil invitó al Cardenal y Arzobispo Emérito de Sevilla, Calos Amigo, a firmar en el libro de honor de la institución para sellar su paso por ella. Así mismo lo hizo el alcalde de Medina de Rioseco, David Esteban.
LA CAPILLA DE LOS BENAVENTE
La Capilla de los Benavente ha suscitado desde antiguo el interés y la atracción de cuantos se han puesto bajo su área de influencia. Nadie ha quedado impasible ante la belleza de sus yesos policromados o su complejo programa teológico.
Unos se plantearon quién fue el artista que concibió la Capilla: en un principio se habló de Juan de Juni como autor de todo el conjunto; luego, a medida que se desempolvaban legajos y documentos, se fue separando la labor de este escultor francés y la desarrollada en yeso por los hermanos Corral de Villalpando.
Otros, llevados por su concepción romántica del mundo y las artes, fijan especial atención en lo exótico, exquisito y caprichoso de sus formas, condicionados siempre por una visión decadente, casi ruinosa, del esplendor que fue y no volverá a ser.
La visita de Isabel II a la ciudad y el encargo al pintor Pérez Villaamil de una fantástica reproducción de su interior para la Casa Real, obra que se expuso en la Exposición de 1847, relanzó de nuevo la Capilla de los Benavente. Desde entonces no faltan descripciones del conjunto, y desde entonces la Capilla comienza a ser reproducida.
La llegada de la fotografía vino a ser un paliativo ante aquella incapacidad de la literatura por describirnos tantas imágenes, detalles e impresiones. Y con ella terminó definitivamente de conocerse sus joyas a través de publicaciones de muy diverso tipo.
Por eso, el objeto de una muestra fotográfica sobre la Capilla de los Benavente, a cargo de Jesús Ubal Martín. Hay cabida para vistas generales y, sobre todo, para marcar el acento en algunos detalles de este bosque animado de esculturas policromadas. El objetivo de su cámara nos permitirá concretar y reflexionar sobre la idea que gira en todos los muros de la capilla: el Hombre, su relación con el Destino, con la Divinidad y, por supuesto, con la Belleza Renacentista.
En agosto de 1554 fallecía en sus casas vallisoletanas el mercader Álvaro de Benavente. Las obras de su fastuosa capilla en la iglesia de Santa María de Medina de Rioseco estaban entonces a punto de rematarse: ya se había asentado la reja, que estaba recibiendo su policromía y tan sólo Don Álvaro no pudo contemplar el retablo mayor, que el escultor Juan de Juni realizó tres años después por orden de sus testamentarios. Se ponía fin a una larga empresa que terminaría siendo uno de los conjuntos principales del Renacimiento español. Desde entonces la figura de Don Álvaro ha quedado ligada al recinto que creó para su entierro personal y el de su familia hace más de 450 años.
El influjo y la atracción que La Capilla de los Benavente ha despertado a lo largo de la historia ha sido más que notable, ya desde el mismo momento de su construcción. Artistas, historiadores, poetas, incluso algún monarca, han caído en las redes de su seducción. Seducción que nace de la apabullante carga ornamental, que no concede un sólo respiro, y de la compleja trama simbólica: pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento, Sibilas, Profetas, Reyes, Santos, figuras fantásticas, sepulcros... Todo hace que la Capilla de los Benavente sea un lugar de obligada visita, imposible de describir su “desate de fantasía lujosa, oriental y nimiamente simbólica”, como dice Pardo Bazán.
Y dentro de este organizadísimo caos son miles las maravillas que pudieran centrar nuestra atención. Algunas de ellas nos las muestra, congeladas, el objetivo de Jesús Ubal Martín. Se nos ofrece en esta exposición una peculiar manera de ver la Capilla fuera de la vorágine en la que nos vemos insertos al traspasar su umbral y colocarnos bajo su cúpula. Con esta exposición se abrirán ante nuestros ojos pausadamente, poco a poco, los rostros, gestos y detalles de un universo creado por el Humanismo renacentista a mayor Gloria de Dios y del Hombre con el instrumento fundamental de la Belleza de las Formas.
La Capilla de los Benavente se abre al espectador a golpe de maravillas y misterio. Capilla de la miseria humana y de la sensual belleza que es capaz de crear, es un canto a la dualidad del hombre y su destino, siempre entre el Bien y el Mal, entre la bella figura de Eva y una Muerte descarnada que sarcásticamente tañe una guitarra. Toda una narración que parte del fin corporal del hombre y lo lleva a la eternidad; de la Creación al Apocalipsis.
Días y horarios de visita a la exposición
Del 29 de mayo al 13 de junio
De 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 h.
Domingo 13 de junio
Hasta las 14:00 h.