Manuel Blanco, Enrique González, y Julio de la Torre reciben un reconocimiento por haber salvado vidas y arriesgado las suyas
La Hermandad de la orden de los Santos Inocentes, HECOSI, ha hecho entrega de sus premios anuales y en esta ocasión ha querido reconocer la importante labor desarrollada por los tres bomberos sevillanos, Manuel Blanco, Enrique González, y Julio de la Torre, en Lesbos, tanto por haber salvado vidas a riesgo de las suyas, como por la labor de concienciación que están realizando para que la comunidad se sensibilice en la necesidad de ayudar a los refugiados.
El acto estuvo dirigido por el presidente del CMIS Práxedes Sánchez Vicente, y contó con la presencia de la teniente Alcalde, delegada distrito Los Remedios, Carmen Castreño Lucas; el Defensor del Pueblo andaluz durante 17 años y primer premio HEOSI, José Chamizo de la Rubia; Primus Inter Pares, Luis Muñoz Almenara; y el secretario de HECOSI, José Manuel Piñero Velasco, y su comisario, Héctor López, entre otros.
El encargado de anunciar a los premiados fue Miguel Torres. Al recoger la distinción, expresaron su agradecimiento por este reconocimiento que supone un impulso a una labor que quieren llevar más allá y para la que están acudiendo a Bruselas a pedir incluso medidas políticas que protejan a los refugiados sirios.
Durante el acto se destacó el orgullo que supone que estos bomberos hayan puesto el nombre de Sevilla en el mapa de Europa gracias a su labor, sin importarles cambiar la comodidad de su vida y la tranquilidad con sus familias por una peligrosa aventura que los ha llevado a prisión y que decidieron asumir con tal de ayudar a tantas familias que meten en un bolso lo que tienen y se aventuran, en muchas ocasiones sin saber nadar, a cruzar el mar para huir del horror de la guerra.
Los premiados destacaron que esta experiencia los ha cambiado por completo y que están orgullosos de la receptividad de los sevillanos a ayudar la labor humanitaria que ellos han emprendido y que ahora cuenta con cientos de seguidores que los apoyan. El acto concluyó con la felicitación a tres hombres valientes y solidarios que han nacido en Sevilla y un día cambiaron sus uniformes azules por sudaderas naranjas para ayudar a conseguir un mundo mejor.