En la lectura del censo del Mercantil aparece un grupo de personajes que han estado perdidos en los umbrales de la historia, ya que no sólo fueron excepcionales en la historia de nuestra entidad, sino que a su vez contribuyeron al dinamismo de la ciudad de Sevilla y otras ciudades andaluzas. En este grupo se encuentra sin ninguna duda Gonzalo Segovia García, socio número cuarenta del Centro Mercantil, siendo uno de los primeros vocales al pertenecer a la Junta Directiva de 1870 presidida por Simón Martínez.
Hombre polifacético, participó en todas las actividades del mundo social, cultural y político de Sevilla y otras ciudades andaluzas. Tuvo que vivir en una Sevilla cambiante desde los perfiles isabelinos, revolucionarios y, posteriormente, de la Restauración. Lo que sí creemos es que fue un hombre comprometido con la sociedad de su tiempo.
Gracias a la foto que André Adolphe Eugéne Disdéri (1819-1889) le hizo cuando era joven, podemos indagar un poco acerca de su perfil. Nos muestra a un hombre de la mitad del siglo XIX, sentado en un estudio, leyendo con la cabeza caída sobre una de sus manos, que le da ese aire de hombre erudito que posiblemente fue. Tanto la vestimenta, el corte de pelo, incluso su frondoso bigote ya nos da la pista de pertenecer al sector acomodado de la sociedad sevillana. Lo cierto es que no fue fotografiado por un simple aficionado, sino que lo retrató ni más ni menos que uno de los fotógrafos más importante de su generación. Disderi se había instalado en París en 1854, montando el mayor estudio de la ciudad, ya que su carrera de pintor no fue tan exitosa como esperaba. Lo que le valió la fama fue la utilización de una cámara convencional provista de cuatro objetivos que podía obtener ocho fotografías de bajo costo y pequeño formato. Y así Gonzalo Segovia se convertiría en uno de sus ilustres retratados, seguramente en el estudio que el fotógrafo tenía en Madrid. Cabe destacar que, entre los retratados, estuvieron Napoleón III y Pío IX.
Gonzalo Segovia García, nació el 26 de marzo de 1811 en la Rambla (Córdoba), en el seno de una familia de labradores acomodados, aunque debido a su poco interés por el campo, se dedicaría a al comercio con América, estableciendo casas mercantiles en Cádiz y Sevilla. Tomó parte en la fundación en 1857 del Banco de Sevilla, convirtiéndose en el mayor socio de la institución bancaria, así como del Crédito Comercial de Sevilla (1862-1868), y del Crédito Comercial y Agrícola de Córdoba (1864-1867), ocupando en 1876 el sexto puesto entre los mayores contribuyentes por subsidio industrial y de comercio en la industria sevillana. El Banco de Sevilla se fundaría el 13 de septiembre de 1856, en la que se estipulaba un capital de 18 millones de reales, siendo uno de sus más importantes suscriptores Gonzalo de Segovia, al que se unirían Tomás de la Calzada, que sería también socio del Mercantil y Luis de la Cuadra. Los estatutos de la nueva institución financiera serían aprobados por el Gobierno el 24 de febrero de 1857. Sin embargo, muy poco tiempo después, en abril de 1862, sus fundadores, entre ellos Gonzalo de Segovia, participaron en la fundación del Crédito Comercial de Sevilla, ya que una parte de los accionistas del Banco de Sevilla se pasaron a la nueva entidad.
Invirtió parte de su fortuna en compañías navieras, convirtiéndose en 1858 en socio prestamista de la naviera gaditana Aurelio Alcón y Cía., en unos años en que Cádiz se había convertido en un referente para la inversión por un gran número de burgueses. También se vinculó a la aventura ferroviaria, estimulando la creación de la línea Mérida-Sevilla, idea que partiría de la iniciativa del ingeniero Robert Kith, residente en Sevilla, al considerar que potenciaría el puerto de Sevilla, como salida natural de los productos extremeños. Se le otorgaría la concesión a Manuel Pastor y Landero, siendo designado Vocal el propio Gonzalo Segovia. Incluso participaría en las redes de comunicación interna de la ciudad con la empresa Tranvía sevillano, que por cierto sería su presidente Tomás de la Calzada, que también fue miembro del Centro Mercantil, o en la Compañía de Aguas de Sevilla.
Y cómo no, estuvo comprometido con el mundo cultural, al formar parte de la Sociedad Sevilla de Emulación y Fomento, una entidad fundada en 1843 por Pablo Francisco La Verriere, a la que se unió un gran número de personalidades de tendencia progresista, cuyo principal objetivo fue la educación popular, especialmente de los artesanos, quizás un precedente de lo que después iba a desempeñar en los ámbitos mercantiles nuestra propia institución. Sabemos que perteneció a su vez a la Sociedad de Bibliófilos Andaluces, en un momento crítico en que la sociedad sevillana llegaba a alcanzar el analfabetismo en más del setenta por ciento de su población. Consta como numerario de la Real Academia de Buenas Letras, interviniendo en sus Certámenes Literarios de 1873.
En su carrera política, se integró en el Partido Moderado, llegó a ser alcalde de Sevilla (1858-1859), siendo sustituido por Juan José García de Vinuesa, que gobernaría la ciudad entre 1859 y 1865. Durante su mandato se derribaría la Puerta de la Barqueta, la ordenación del barrio de la Cestería y de los Humeros. Saltaría a la política nacional como diputado a Cortes, entre 1864 y 1868. De esta manera sería diputado por los distritos cordobeses de Posadas (1864-1865) y Montilla (1867-1868). En la legislatura de 1867 se incorporaría en varias comisiones como fue el caso de las Comisiones de Cuentas, Banco de España y Caducidad de Créditos. Durante el Sexenio apoyó la vuelta de los Borbones, concretamente a Don Alfonso, Príncipe de Asturias.
El 26 de mayo de 1875 se le concedería el título de Conde de Casa de Segovia. Se casaría con Gertrudis Ardizione Lagarde el 14 de febrero de 1836, con la que tuvo dos hijos, Aurelio Segovia Ardizione y Gonzalo Segovia Ardizione (1837-1925), II Conde Casa Segovia. Consta con el número 42 del Centro Mercantil. Vivía en la calle San Isidoro, número 5. Moriría en 1881.
La ciudad le reconoció su valía con la nomenclatura de una calle en el barrio de Triana, a propuesta de la Cámara de Comercio, por acuerdo de diez de mayo de 1918, como así nos lo relata Luis Montoto, sustituyendo la antigua calle del Puerto.
José Fernando Gabardón de la Banda
Profesor de la Fundación CEU ANDALUCIA
Doctor en Historia del Arte y Derecho