Hace pocas semanas, José Antonio disputó la fase nacional de la XXIX Olimpiada Española de Física en Valladolid de donde se trajo la medalla de oro tras ser el mejor de 136 estudiantes de 2º de bachillerato.
Los logros de nuestros socios siempre son motivo de orgullo para el Círculo Mercantil. Por eso no queremos dejar atrás el gran éxito de nuestro juvenil de la piragua, José Antonio Rebollo Fernández que ha sido recientemente proclamado campeón en las Olimpiadas de Física y que estará en octubre en Puerto Rico compitiendo en la XXII Olimpiada Iberoamericana de Física.
Estudiante de 2º de bachillerato del IES Martínez Montañés de Sevilla, es deportista de la sección de piragüismo desde los diez años. Una pasión que le ha acompañado en sus estudios y le ha ayudado a saber planificar mejor su tiempo, además de conocer como él mismo cuenta “a personas extraordinarias y a aprender de ellas lecciones que aun hoy me hacen reflexionar”.
Uno de los días que recuerda con más cariño fue el de la fiesta del deporte de 2015 cuando recogió el premio al mejor deportista de la sección de piragüismo de la temporada. “Lo más bonito de aquel día es que ese trofeo que da tanta luz a mi habitación es en realidad de todo el equipo”, reconoce.
Conocemos un poco más a este socio, futuro ingeniero aeroespacial que, sin duda, llegará a ser lo que se proponga en la vida.
- Eres piragüista juvenil del CMIS y has conseguido ser campeón de las olimpiadas de Física, además de estar preparándote para selectividad. ¿Cuál es el truco para poder organizarse?
El único truco que se me ocurre es la eficiencia. El tiempo que he tenido estos dos últimos años ha sido muy limitado frente a la cantidad de cosas que he tenido que hacer. He estudiado Bachillerato Internacional, y la carga de trabajo ha sido drásticamente mayor que a la que estaba acostumbrado. Este año he dejado temporalmente de entrenar piragüismo unos meses para poder dedicarme a los estudios al 100%, aunque he mantenido algunos entrenamientos mínimos para no perder la forma y poder reincorporarme lo mejor posible. A la hora de estudiar, dedico siempre al menos 15’ a organizar lo que voy a hacer a lo largo del día, a analizar mis puntos fuertes y débiles en cada materia, el calendario a corto y medio plazo… Al final de cada domingo, siempre hago un análisis más profundo de cómo me encuentro y de mi rendimiento esa semana, para poder empezar la siguiente lo mejor posible. Me gusta pensar que los estudiantes no somos más que inversores, y nuestro capital es el tiempo. Creo que se le da poca importancia a la estructuración de una buena rutina de estudio. Al igual que para obtener buenos resultados en una competición deportiva los entrenadores diseñan las sesiones como piezas dentro de una estrategia pensada y preparada, intento seguir su ejemplo y convertir cada día de estudio en un entrenamiento, con sus descansos, sus ritmos…
- ¿Desde cuándo formas parte de la sección de piragüismo?
Empecé a remar apenas cumplidos los 10 años, es decir, hace ya 7 veranos. Desde entonces me ha dado tiempo a conocer a personas extraordinarias, y a aprender de ellas lecciones que aun hoy me hacen reflexionar. He tenido muchas buenas experiencias en la sección. Una de ellas, que recuerdo con mucho cariño, fue recibir el premio a mejor piragüista del año 2015. Lo más bonito de aquel día es que ese trofeo que da tanta luz a mi habitación es en realidad de todo el equipo. Desde que cogí por primera vez una pala hasta hoy, siempre he visto el equipo de piragüismo como una máquina perfecta en la que todos tenemos una función determinante. Aquél verano de 2015 me tocó a mí subir a por el premio, pero sin duda si los demás engranajes no hubieran funcionado bien, mi medallero ahora serviría para colgar la ropa.
- Evidentemente, debes ser una persona muy inteligente para haber llegado donde estás, pero la inteligencia también requiere mucho tiempo y sacrificio. ¿Crees que el deporte (horas de entrenamientos, competiciones…) te ha podido ayudar a la hora de saber planificar tu tiempo para aprovechar el máximo y sacar lo mejor de ti?
Indudablemente sí. Como antes he dicho, mi sistema de estudio se basa en los métodos de entrenamiento que me han llevado a mejorar como deportista. Además, la mayor parte de los entrenamientos que he conocido han sido planificados por Carlos Leal, un gran entrenador, así que no me cabe duda de que si viera alguno de mis planes de estudio reconocería cuál de sus entrenamientos estoy imitando. Pero, además de estudiar, evidentemente me examino. ¿Y qué son los exámenes sino competiciones? Recuerdo mis primeras regatas, y con ellas los nervios. Gracias al piragüismo he aprendido no solo a deshacerme de los nervios, sino también a utilizarlos a mi favor. En cierto modo, los nervios controlados y enfocados de forma inteligente pueden hacernos más eficientes, más productivos y, en definitiva, mejores. Gracias a estos años de competiciones actualmente trabajo muy bien bajo presión, y esto marca la diferencia. Incluso me atrevería a decir que la adrenalina y la tensión asociada tanto a la competición deportiva como a los exámenes puede llegar a ser adictiva, por no hablar, por supuesto, de la satisfacción personal fruto de conseguir unos buenos resultados.
- ¿Cuál quieres que sea tu profesión en el futuro?
Me gustaría mucho estudiar ingeniería aeroespacial, así que ahora mismo no me queda otra que seguir estudiando estos pocos días que quedan para selectividad. La física me encanta, me parece una forma muy elegante de analizar el mundo que nos rodea. A pesar de ello, lo que más me gusta de esta ciencia es que nos da la posibilidad de solucionar problemas complejos con métodos organizados y estructurados, hasta el punto de que gracias a la física el hombre ha logrado incluso enviar tecnología y obtener información de otros planetas. Y es por esto que la ingeniería aeroespacial me resulta tan interesante. No somos conscientes del cambio de paradigma del que somos partícipes hoy en día. En el último siglo el hombre ha desarrollado avances impensables, propios de la ciencia ficción, y la tendencia sigue siendo alcista. Actualmente nos están atravesando monstruosas cantidades de información en forma de ondas electromagnéticas, y estamos siendo sobrevolados por una estación espacial que lleva siendo tripulada por población humana desde hace más de 6000 días. Sin embargo, también nos ocupan cada vez más retos y problemas a escala global. Mi generación tiene una gran responsabilidad y yo, personalmente, la acepto y espero que mi vida, de algún modo, pueda aportar un grano de arena más a la montaña que es la creación humana. De modo que no, no tengo demasiado claro en qué trabajaré exactamente en el futuro, pero estoy seguro de que me gustará.
- ¿Seguirás entrenando en la sección o tienes otras metas deportivas?
Por supuesto que seguiré entrenando. Debo admitir que mis objetivos deportivos han cambiado con respecto a los que tenía hace unos años. No sé si es porque he madurado o porque he tenido mucho tiempo para reflexionar, pero creo que lo más importante no es lo que consiga a nivel competitivo, sino cada día, en los entrenamientos, tanto para mi salud física como mental. El hecho de compartir unas horas con grandes amigos, haciendo algo que nos gusta y nos beneficia, es maravilloso. Esto no significa, obviamente, que no vaya a darlo todo en cada competición, como siempre he hecho, por supuesto. Lo que quiero decir es que si algo he descubierto al dejar de entrenar unos meses es que no se conoce el valor de algo hasta que se pierde, y esto me ha hecho ser realmente consciente de que, sin duda, el piragüismo en el Mercantil me ha cambiado la vida, y espero que lo siga haciendo. Me gusta traer a estas situaciones la célebre cita latina “Mens sana in corpore sano”, y dudo que haya mejor modo de cerrar estas palabras.