La Iglesia de la Anunciación acogió el pasado sábado la entrega de premios del concurso de la Asociación de Belenistas de Sevilla, acto en el que también se rindió homenaje a colectivos fundamentales durante la pandemia.
Tras darse a conocer hace una semana los premios que la Asociación de Belenistas de Sevilla concedía este año a los mejores belenes de la ciudad, el pasado sábado en la Iglesia de la Anunciación el presidente de la Federación Andaluza de Belenistas, Andrés Quijano y el presidente de la Asociación de Belenistas de Sevilla, Antonio Arias hicieron entrega de los diferentes galardones, bajo estrictas medidas de seguridad.
Este año el belén tradicional del Mercantil creado por Silvio Torilo y cuyos donativos son destinados al Hogar de Nazaret de la Parroquia “San Joaquín”, ha sido distinguido con el primer premio de entidades y el premio a la mejor iluminación. Premios que recogió con mucho orgullo el presidente de la institución, Práxedes Sánchez Vicente y que se ven refrendados con las numerosas visitas que se están registrando durante la Navidad, a pesar de las restricciones y las normativas exhaustivas que se están cumpliendo. Con estos reconocimientos, el Círculo Mercantil ya suma 11 primeros premios, 4 segundos premios, 2 premios “Agustín Sarrate” y 1 premio a la Mejor Iluminación concedido en este 2020.
Además de esta tradicional entrega, la Federación Andaluza y la Asociación de Belenistas quisieron homenajear a diferentes colectivos - Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil, Hospital Virgen del Rocío, Banco de Alimentos, Cáritas, Hermandad del Valle, Hermanas de la Cruz y diversos medios de comunicación- que han sido protectores en este año tan complicado, entregándoles un pequeño belén del Proyecto Petra, pintado a mano por belenistas andaluces.
Tras la entrega, el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, también presente en este acto, se trasladó hasta la calle Sierpes para poder disfrutar en persona del belén de la entidad.
Cada año el belén tradicional del Mercantil sorprende a quien lo visita por su capacidad de recrear escenas reales enmarcadas en el imponente paisaje, gran protagonista del montaje. En esta edición el río situado junto al pesebre marca el inicio de la vida, el nacimiento del niño Jesús y de los numerosos detalles uno especialmente ha llamado la atención: un balcón que aparece en primer plano con un anciano asomado, una escena que nos recuerda la época de confinamiento.