La sección de senderismo disfrutó de una ruta suave y asequible a la que también acompañaron niños y en la que el buen tiempo y ambiente acompañó en todo momento.
El pasado sábado 25 de noviembre se organizó la ruta de las cuatro aldeas, un sendero suave y asequible, incluso para niños. Llegamos, tras desayunar en Arroyo de la Plata, a la aldea de El Álamo; la más grande y la única con algún tipo de servicio de hostelería de las que componen la pequeña constelación perteneciente a El Madroño.
Tras atravesar éste y quedarnos un rato haciendo un reportaje fotográfico al jardín de unos vecinos que tenía de llamativo la creatividad desplegada en sus macetas que eran desde botas y zapatos de todo tipo hasta un lavabo y unos pantalones vaqueros, salimos por un sendero que nos condujo hasta Juan Antón, la segunda y, de ésta, a Juan Gallego, la tercera. Ambas de menos de 20 habitantes.
En esta última no llegamos a entrar, puesto que siendo prácticamente idéntica a la anterior, preferimos dedicar el tiempo a relajarnos antes de montar en el autobús con unas cervezas en el bar de El Álamo. Pero antes hubimos de pasar por la última: Villargordo.
El tiempo acompañó aunque eso hizo que los más de 10 arroyos que tuvimos que atravesar estuvieran completamente secos.